EDUCAR CIENCIA ENTRE ARADOS
ESPICIENCIA
Hace unos días me encontré este reportaje en el diario El Mundo “El pueblo español de los 47 niños Einstein” y lo he querido compartir con vosotros. En él se relata como en un pueblo del Norte de Burgos; Espinosa de los Monteros, que está lejos de las grandes ciudades, se da la paradoja de que hay una “Escuela de ciencia”, en donde muchos de los chavales que allí acuden quieren ser ingenieros, químicos, físicos o médicos de pueblo. Gracias a esta escuela, a los niños de Espinosa de los Monteros se les está dando la oportunidad de tener una vocación científica, sin salir de su pueblo. Y resulta paradójico que ninguna institución apoye el proyecto y se financie únicamente con los premios que ganan.
Muchas veces pensamos que el mundo rural es solo un mero productor de alimentos para las masas que viven en las urbes. Y bajo el punto de vista de la educación pensamos en el mundo rural como un entorno en donde tener contacto con la naturaleza. Y ale! A mandar a nuestros niños a las colonias para que se den unos paseítos por el campo, y que de paso practiquen algún oficio tradicional trasnochado, como cestería, alfarería, telares... y Dios sabe que más, todos de nula aplicación en nuestra vida, a no ser que pensemos mucho, y le demos algo sentido, empleando frases grandilocuentes como; “fomentar a los niños destrezas manuales….”, y de paso metemos también palabras como creatividad, innovación… y otras que estén de moda. ¡Pero que esos talleres perfectamente se pueden realizar en su cole sin tener que irse de colonias!
En Espiciencia se aprende CIENCIA con letras mayúsculas y no cestería, alfarería, telares…… Por favor cambiemos la concepción del mundo rural.
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